Uruguay
Algunos textos de autores uruguayos...
Poema:"La Cometa"
Empieza a hacer calorcito
ya viene la primavera,
se fue el tiempo de los trompos
y llega el de las cometas.
Frente a mi casa hay un campito
que dicen no tiene dueño;
allí voy los domingos
a remontar mi Lucero.
Le emparejo bien los tiros
y le acorto algo en el medio
para que vaya hacia arriba,
bien arriba mi Lucero.
Y lo recojo y le aflojo
hasta hacerlo tocar tierra;
¡Qué lindas son las cometas,
aflojale que colea!
Veinte tiritas de trapo
lleva la cola lo menos:
Trapo que en casa se pierde
mamá lo encuentra en el cielo.
Por ver si le corto el hilo
a alguna otra cometa,
en la cola le ato un vidrio
que brilla como una estrella.
¡Vengan a ver mi Lucero
cuando está bien serenito
por intermedio del hilo
le mando una carta al cielo!
Autor: Fernán Silva Valdés.
Poema: "La Higuera"
Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto».
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
¡Hoy a mí me dijeron hermosa!
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto».
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
¡Hoy a mí me dijeron hermosa!
Autora: Juana de Ibarbourou
Comentarios
Publicar un comentario